“¡Dios nos ha visitado! Con esta certeza concluíamos nuestro IV Capítulo general, celebrado del 22 al 29 de julio de 2019” son las palabras que escribía Raquel siendo ya Superiora general al terminar el último Capítulo hace 5 años. Fue la primera vez que asistí como miembro activo (con voz y voto) a esta reunión que tenemos cada 6 años donde nos encontramos todas las hermanas de la congregación. La verdad, fue un tiempo intenso, donde pude experimentar que Dios está entre nosotras y nos guía a través del Espíritu Santo y de personas concretas que la Iglesia pone para acompañarnos. Desde entonces, han tenido lugar unos cuántos acontecimientos en nuestra vida. Para mí significaba acoger la propuesta de ir a Alemania para reforzar la comunidad allí ya que Raquel, que había formado parte de esa comunidad hasta ese momento, tenía que regresar a España por su nuevo servicio como Superiora general. También, para muchas otras hermanas, fue un momento de cambio y un impulso para abrirse a la misión. Si no hubiera empezado la pandemia en marzo de 2020, quizás hubiéramos podido abrir la comunidad en Perú un poco antes, pero también eso era parte del camino. En ese mismo año pandémico se abrió una comunidad en la diócesis de Segovia, también como fruto de las reflexiones del tiempo del Capítulo. Y finalmente, en el año 2023 cuatro hermanas emprendieron el viaje a Perú para abrir nuestra primera comunidad fuera de Europa. Así que el Espíritu de Dios nos seguía impulsando a abrirnos a nuevos campos de misión, como solía decir San Eugenio.
Nuestro próximo Capítulo general tendrá lugar del 25 de diciembre de 2024 al 6 de enero de 2025. El Capítulo es un tiempo “privilegiado de reflexión y conversión” de toda la congregación, como dice nuestra constitución 91, y esa reflexión requiere preparación. Por eso existe una comisión precapitular formada por cinco hermanas que se reúne ya desde hace medio año (online – también una novedad gracias a la pandemia) y que se encarga de animar a todas las hermanas del Instituto y proponer materiales para compartir en las comunidades como trabajo previo al Capítulo. Formo parte de esta pequeña comisión y reconozco que esto me ayuda a leer y trabajar los textos del fundador u otros de la familia oblata, que en el día a día apenas profundizo. Como comunidad, nos ayuda el poder encontrarnos para compartir sobre los diferentes temas, como la Iglesia o la pastoral juvenil, y cuestionar y enriquecer nuestra misión que realizamos cada una comunitariamente. Creo que nuestro V Capítulo general será diferente del que vivimos en 2019. No solo porque el Espíritu Santo siempre es creativo, sino también porque estamos ya en dos continentes y tres países. Y aunque seguimos siendo casi las mismas hermanas, nuestras experiencias se han enriquecido desde el último Capítulo. Estoy segura de que Dios nos visitará de nuevo y de que ya está haciendo una “previsita” en nuestras comunidades para prepararnos a este encuentro entre nosotras y con Él.
Lisa omi
Comments