¿Cuál es mi vocación?
Es muy importante hacernos esta pregunta, para poder descubrir el camino que Dios ha soñado para mi.
Aquí te ofrecemos alguna ayuda, para que te puedas orientar en tu camino.
01/
Ponte en camino
“No temas, yo estoy contigo” (Is 49, 10).
Antes de comenzar a caminar debemos equiparnos, preparar la mochila y un buen calzado para poder andar. Es un camino apasionante.
Recuerda que discernir es ir separando lo que vamos viendo, lo que sentimos, lo que vivimos y poner luz para ver con claridad.
02/
Abre el corazón
“Sobre todas las cosas cuida tu corazón,
porque de él mana la vida” (Prov 4,23)
El corazón es el lugar donde nacen nuestros deseos más profundos, dónde nos podemos sentir queridos y aprender a querer a los demás. Si estás en camino de búsqueda, tu corazón es como una brújula que te va a indicar la dirección. Allí el Señor también te puede hablar.
03/
Escucha
Escuchar es un arte que podemos aprender cuando dejamos
de un lado lo que nos da vuelta en la cabeza.
Aprender a escuchar no es solo cuestión de buenos oídos, sino pide toda tu persona. Así es también en el camino de tu búsqueda vocacional. Requiere prestar atención a lo que te rodea y cómo responde tu corazón a lo que experimentas. Para poder escuchar tendrás que hacer silencio.
04/
Reza
Reza, no hasta que Dios te escuche,
sino hasta que escuches a Dios.
Rezar, orar, es dialogar con alguien que siempre te está esperando para escucharte. Con el corazón abierto y listo para escuchar puedes comenzar a dialogar con el Señor. Es algo sencillo pero al principio puede costar, pero como le pidieron los discípulos, “Señor, enséñanos a orar”, tú también puedes pedírselo.
05/
Camina con otros
Es mejor cuando no vamos solos.
Es de gran ayuda, en cualquier camino, tener una persona que va a nuestro lado, conversa con nosotros y nos ayuda a descubrir el camino a seguir. Busca una persona con la que sientas confianza y que tenga experiencia en la vida espiritual. Háblale de lo que vives y que experimentas en la oración.
06/
Elige tu camino
Cualquier camino requiere que
en algún momento tomemos una decisión
Decidir nunca es fácil, porque pide que elijamos una cosa y dejemos la otra. Por eso tómate el tiempo que necesites, pero si has descubierto con más claridad el siguiente paso a dar en tu camino, no retrases la decisión por miedo a equivocarte, sólo se sigue viendo el camino si se va dando pasos.