Haciendo la oblación perpetua el día de la Fiesta de Exaltación de la Cruz, el P.
Alberto Ruiz, omi, que presidió la celebración, no pudo haber hecho mejor
elección que la Constitución número 4, para ayudarnos a centrar nuestra
reflexión: “La Cruz de Jesús ocupa el centro de nuestra misión”.
Con alegría y agradecimiento recibimos en nuestro Instituto a Laetitia, al cual se ha vinculado más estrechamente para ser con las hermanas un solo corazón y una sola alma. Comienza una nueva etapa en el camino del seguimiento del Señor, llena de sueños, expectativas y proyectos en la que no faltará la presencia y la compañía de la Virgen María. Qué ella sea su modelo y le dé siempre su mirada de misericordia en la misión que el Instituto y la Iglesia le encomienda.
Gracias a todos los que nos habéis acompañado con vuestra presencia y oración en este día de fiesta para nuestra pequeña familia religiosa! Laetitia, ¡gracias por tu sí!
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