La semana pasada, del 2 al 8 de agosto, vivimos del Encuentro Europeo de Jóvenes Oblatos (Gioventù Europea e Carisma Oblato) en Aix-en-Provence. Fue una convivencia donde pudimos profundizar en las raíces del carisma, donde san Eugenio comenzó su vida y la de la congregación de los oblatos junto con la asociación de la juventud.
Lo que más compartimos, y dábamos gracias a Dios, es el sentir una profunda alegría de reconocernos como familia dentro del carisma oblato. En este sentido ha sido un tiempo de gracia y encuentro con el Señor a través de la comunidad. Estamos muy agradecidos a la comunidad de oblatos de Aix que nos acogieron con mucha apertura, alegría y afecto, lo que nos ayudó a sentirnos en casa.
Tuvimos momentos de oración, reflexión, misión, compartir sobre la vida de san Eugenio (su familia, la comunidad, la experiencia ante la Cruz del Señor, cómo tomaba decisiones, etc.), de testimonios de los que participamos en el encuentro y de peregrinación por los lugares importantes en la vida de san Eugenio en Aix y en Marsella. Rezamos juntos en el santuario mariano de Notre-Dame de la Garde y celebramos la Eucaristía en la tumba del fundador, momento de gracia, de gran agradecimiento por la vida del fundador, lo vivido en las comunidades de jóvenes y por los 25 años de vida comunitaria de las misioneras oblatas.
El último día, junto algunos de los jóvenes, pudimos celebrar la Eucaristía en la sala de la Fundación, donde se encuentra la reliquia del corazón de san Eugenio, en acción de gracias por todo lo vivido en el encuentro y por el aniversario de inicio de la vida en comunidad de nuestro instituto. Una experiencia que nos ha dejado muy buenos momentos en el corazón.
Inma OMI
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