Carta de la Superiora General, Raquel Toro Gil, omi,
con ocasión de celebración de 25 años de vida comunitaria
Publicado el 1 de agosto de 2022
Queridas hermanas, queridos amigos, oblatos y familia oblata:
El 14 de septiembre, las Misioneras Oblatas de María Inmaculada celebramos 25 años de vida comunitaria. En 1997 un día tal como este, un grupo de mujeres jóvenes entre 19 y 24 años, se reunían para iniciar una experiencia de vida en comunidad en la casa de ejercicios Emaús, en Pozuelo de Alarcón, Madrid.
Ellas, profundamente enamoradas de Jesús Salvador y convocadas a vivir el carisma de San Eugenio en la vida religiosa, se dispusieron a responder a la llamada de Dios comenzando un nuevo camino en la Iglesia. La providencia les dispuso un lugar para vivir en comunidad y un trabajo en la casa de ejercicios Emaús que les permitía mantenerse y seguir estudiando.
Haciendo memoria, fueron nueve las chicas que comenzaron esta experiencia.
Todas ellas provenían de los grupos de jóvenes de las parroquias de los Misioneros Oblatos de España, concretamente de Madrid, Málaga y Oviedo. Iniciaron esta andadura con la Eucaristía del domingo a las 12:00 en la capilla de Emaús, presidida por Luis Ignacio Rois, OMI, y continuaron con una comida festiva de bienvenida, donde estaban presentes los Misioneros Oblatos de Mª Inmaculada, los escolásticos que se formaban en aquel momento, y también sus familias. Todo transcurrió en un ambiente festivo de alegría y gozo, pero también de desconcierto, dudas y miedos, ya que les quedaba mucho por descubrir y el futuro, todavía, era demasiado incierto.
Este año queremos dar gracias a Dios por la valentía de estas jóvenes que comenzaron este camino, ya que por su sí, otras chicas de diversas partes del mundo, a lo largo de estos años, han podido responder a la llamada de Dios a ser Misioneras Oblatas de María Inmaculada. De este grupo inicial, continúan, las hnas. Mª del Mar Gómez e Irene Aguilar. A ellas queremos agradecerles su perseverancia en el amor y su testimonio en el servicio a Dios, a su Iglesia y al mundo. ¡Gracias hermanas por vuestra entrega llena de alegría, disponibilidad y dedicación!
En estos años, la semilla del Espíritu ha ido floreciendo y haciendo de nuestro Instituto, desde sus inicios, una realidad internacional. Contamos con hermanas de España, Alemania, Ucrania, Perú, Polonia, Francia y Eslovaquia. Tenemos tres comunidades en España, dos en Madrid y una en Segovia. En el año 2017 abrimos una comunidad en Alemania, que continúa su andadura en Ramsdorf, y en enero de 2023 estableceremos una nueva comunidad en Bambamarca, Perú.
Esta semilla del Espíritu ha ido creciendo en cada una de las hermanas, haciendo de nuestras comunidades espacios donde se anuncia el año de gracia del Señor, posadas donde se ofrece el bálsamo del vino y el aceite, para curar las heridas de aquellos que encontramos al borde del camino, lugares de acogida y vida donde se experimenta, a pesar de las dificultades y diferencias que puedan surgir, la alegría del Evangelio. Por esto, damos gracias a cada una de las hermanas que componen el Instituto, por su respuesta confiada en la promesa de Dios, y por abrir su corazón a su acción amorosa que va forjando su imagen y semejanza en la vida de cada una, y que va transformando nuestras comunidades en células vivas del Evangelio. ¡Dejemos nuestra vida en sus manos!
Queremos dar gracias también, a nuestras familias y amigos, y a todas aquellas personas que durante estos años nos han acompañado y forman parte de nuestra historia, algunas de ellas, ya han pasado a gozar de la presencia de Dios. Asimismo, el apoyo de nuestros bienhechores ha sido y sigue siendo muy importante en nuestra vida como Instituto, gracias a ellos, hemos podido estudiar, y hemos realizado algunas de las experiencias misioneras que tanto nos han enriquecido y nos han abierto nuevos caminos.
De una manera especial, damos gracias a Dios, por el don del carisma oblato que hemos recibido y la vida del Espíritu Santo que lo actualiza en nosotras. Somos conscientes que hemos nacido por gracia de Dios para responder a las necesidades y los retos que nos presenta el mundo de hoy, un mundo centrado en sí mismo y desorientado, herido estos años por la enfermedad, la soledad, el abandono, las rupturas familiares, la falta de identidad, la pobreza, la guerra, etc… De ahí, el leitmotiv que hemos escogido y que nos acompañará este curso: “Dando vida al corazón de San Eugenio hoy”.
Al igual que San Eugenio experimentó la sonrisa de la Virgen hace 200 años, nosotras hemos experimentado, en el transcurso de nuestra historia como Instituto, que María nos mira, se recrea y nos sonríe. Ella ha sido nuestra madre, guía y compañera de camino, nuestro lugar de descanso y nuestro modelo de entrega a Dios. En ella reconocemos un signo de esperanza donde se ha realizado en plenitud la misericordia. Con ocasión de estas fiestas que providencialmente confluyen, contemplemos esta mirada sonriente de María que llega a la intimidad del corazón, nos abraza y nos desarma con su ternura. Ella, al igual que a San Eugenio, nos seguirá dando el vigor, la audacia y la fuerza necesaria para afrontar este tiempo que nos ha tocado vivir, sirviendo al Señor con alegría y valentía, con lo que somos y lo que tenemos, con todas las energías vivas de nuestro ser.
Durante este curso, tendremos varios encuentros para celebrar la vida que Dios nos ha regalado en estos 25 años:
Comenzamos nuestra celebración con un retiro-peregrinación “Tras los pasos de San Eugenio en Palermo” del 20 al 30 de agosto. Este primer encuentro nos lo han preparado el P. Adriano Titone, OMI, Ileana Chinnichi, COMI y Enzo David, de la familia oblata de Palermo. A ellos les agradecemos su dedicación y cariño.
El 17 de septiembre, sábado, celebraremos la Eucaristía de acción de gracias, a las 12:00 en la Parroquia de San Diego, en la Av. de San Diego, n. 61, Madrid. En Alemania, las hermanas también celebrarán una Eucaristía de acción de gracias el día 24 de septiembre a las 17:00, en Ramsdorf. Estáis invitados todos los que queráis acompañarnos en este día tan especial para nosotras.
En diciembre del 28 al 31 celebraremos la Intercapitular bajo el mismo lema del curso “Dando vida al corazón de San Eugenio hoy”. Será un encuentro festivo que nos permitirá compartir entre nosotras lo que el Espíritu ha ido escribiendo y dibujando en nuestra historia.
Y para concluir y hacer memoria agradecida del camino que hemos ido recorriendo a lo largo de estos años, tendremos un encuentro festivo el fin de semana, del 19 al 21 de mayo. Para este encuentro invitamos a todos los que queráis acompañarnos estos días. Comunicaremos el programa más adelante.
Me despido recordando algunas palabras de Jesús en el Evangelio, “la mies es abundante y los obreros pocos, rogad al dueño de la mies para que envíe trabajadores a su mies”. Os invito, durante este año, a rezar especialmente por las vocaciones, para que siga habiendo jóvenes que descubran la llamada de Dios, y tengan el deseo y la decisión de seguirle más de cerca en nuestra familia religiosa.
Sintámonos muy unidos bajo la mirada sonriente de María.
Con todo el afecto, un abrazo.
Raquel Toro Gil, omi
Superiora General
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