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Al modo de María

En el mes de mayo, celebramos la solemnidad de nuestro fundador, San Eugenio de Mazenod, y rememoramos también a un gran misionero, el Beato José Gerard. Estas fiestas que se entrelazan en nuestro calendario litúrgico, y en las que rezamos por las vocaciones oblatas, alcanzan todo su significado dentro de este mes, donde recordamos de un modo muy especial a la Virgen María. Y es que, estas dos grandes figuras del carisma tenían una devoción muy particular a la Santísima Virgen.


Al modo de María

Lejos de pensar en una devoción que pasa por la repetición de oraciones, jaculatorias, y rezos a María pidiendo su intercesión materna, era una devoción nacida de una relación profunda, de un tú a tú. En estos encuentros con María, en la oración silenciosa, ellos fueron descubriendo el misterio de Cristo en María y el misterio de la maternidad de María en la obra redentora de Cristo.


San Eugenio de Mazenod

Tan solo tenemos que recordar cómo Eugenio va a elegir el nombre de la Congregación. El P. Jette lo describe como el fruto de un proceso de reflexión y maduración de Eugenio, en donde deja inscrito en el nombre de la Congregación su esencia, su función y su misión. Así, María será la figura que nos distinga y nos defina como Oblatas.


Por tanto, nuestra vocación consagrada y misionera en la Iglesia está en íntima relación con ella, y nos vincula de un modo especial a ella. El P. Deschâtelets, describirá esta relación como una identificación con María en su Oblación a Dios, y de una donación de nosotros mismos a Dios por Ella y como Ella. Vivir el Carisma Oblato significa, bajo esta experiencia fundacional de Eugenio, incorporarnos a María en la obra de redención, ella será el modelo y la inspiración de nuestra vida consagrada y de nuestra misión.


En el documento inspirador, fruto del discernimiento que hemos realizado en el V Capítulo general, expresamos que nos sentimos llamadas a profundizar en la dimensión femenina del carisma, esto supondrá para nosotras, realizar un camino de relación más estrecha e íntima con María. En este documento inspirador también hacemos referencia “al modo” de encarnar el carisma y la misión que Dios nos encomienda y, como dicen nuestras CC. RR, tomamos a María como modelo. En este documento, de forma más sencilla y concreta, decimos que estamos llamadas a vivir “al modo de María” en su acogida, en su cuidado, en su esperanza, en su disponibilidad,

en su audacia y en su atención a las necesidades de los más pobres.


Otro de los “modos de María” que resaltamos, y que me parece importante para nuestra vida oblata, es que tal como lo dice el Evangelista San Lucas, María “guardaba todas las cosas en el corazón” (Lc 2, 19; 2, 51). Imaginar a María con esta actitud, nos separa radicalmente de las visiones algo simplonas que hemos recibido de ella. Esta actitud de María realmente nos acerca a contemplarla como una Mujer de discernimiento, de esperanza y de sabiduría que trata de escudriñar y comprender el misterio de Dios en su palabra y en los acontecimientos de la historia.


Las Misioneras Oblatas

Su corazón estaba llamado a integrar su historia personal, su tradición religiosa y la novedad del Dios que se revelaba en Jesús, un Dios que se hace hombre, débil, vulnerable, que es acogido entre sus brazos. Ella miraba y ponderaba la realidad desde su corazón para guardar en la memoria y esperar a que el misterio de Dios en su revelación, fuera dando significado a todo lo que iba sucediendo. María nos descubre que es desde esta actitud de discernimiento, esperanza y sabiduría del corazón donde nuestra vida se va integrando, unificando y plenificando.


Como Misioneras Oblatas de Mª Inmaculada estamos llamadas a seguir creciendo en nuestra relación con ella, por un lado, para encarnar el carisma con fidelidad “al modo de María” en el hoy de nuestra historia, y por otro, para seguir aprendiendo de ella a unificar nuestra vida consagrada y misionera desde el discernimiento, la esperanza y la sabiduría del corazón.

Raquel OMI

Raquel, OMI



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JETTÉ, F., "Ensayo acerca del carácter mariano de nuestra espiritualidad…": SEO, nº 16 (1985). DESCHÂTELETS, L. "Notre vocation et notre vie d'union intime avec Marie I. ": Circ. nº 191, de 15-8-

1951: Circ. Adm. V, p. 51.

DOCUMENTO INSPIRADOR, V Capítulo general. p. 13.

Dilexit nos n. 19


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