Nos adentramos en los días de Semana Santa. Días que nos permiten acompañar a Jesús en su pasión, muerte y resurrección. Pero, ¿has intentado alguna vez, vivir estos días, introduciéndote en la vivencia de alguno de los personajes que viven este momento con Jesús? Quizás lo has hecho fijándote en Pedro, Juan, María, el propio Jesús, pero, ¿y si nos fijamos en alguien que parece insignificante en la escena del domingo de ramos?
Si, me refiero al burro que lleva sobre sus lomos a Jesús. Contemplar a este animal, imaginarnos cuáles podrían ser sus pensamientos o preguntas en ese momento, nos puede hacer reconocer, que a veces, lo que nos parece insignificante, quizás no lo sea. Dice San Pablo: “Lo débil y necio del mundo ha escogido Dios para humillar a los sabios y poderosos”. Jesús podría haber entrado en Jerusalén de otra manera, pero quiso hacerlo como lo hizo.
Esto me recuerda que los momentos, los caminos, los tiempos del Señor no son los nuestros. Nosotros a veces buscamos reconocimiento, que se vea lo que hacemos, que se nos aplauda y agradezca, unas veces de manera consciente, otras de modo inconsciente, pero no es ahí donde está la verdadera alegría que nos regala el Señor. La alegría la encontramos cuando nos entregamos sencillamente porque el Señor nos llama, nos quiere, y es de Él del único que tenemos que esperar agradecimiento. Un agradecimiento que se nos muestra en la paz, la tranquilidad, la alegría que brota de nuestro corazón al reconocer que simplemente hemos hecho lo que teníamos que
hacer.
Si el burro sobre el que va Jesús nos hablase, quizás nos diría que ese fue un momento muy importante para él, porque de todos los burros, Jesús se fijó en Él, quiso que le acompañara en esa entrada donde fue aclamado, reconocido como Rey, como el Mesías, como Hijo de Dios, él no hizo nada, simplemente llevar a Jesús para que los demás pudiesen verle, reconocerle, aclamarle.
Puedo preguntarme: ¿Hay más alegría en mí cuando me siento reconocido por los demás o cuando reconocen al Señor a través de mí?
Asun OMI
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